La literatura es, y será siempre, un agitador de conciencias.
En la cultura de paz, el concepto de paz adquiere su sentido más amplio y profundo: el rechazo de la violencia en todas sus formas; el respeto por la vida y los derechos de las personas, y la adhesión a principios fundamentales como democracia, libertad, justicia, igualdad, tolerancia o solidaridad. Todo ello sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
La cultura de paz se construye a través de iniciativas educativas, culturales y sociales que impliquen y conciencien a la población de la necesidad de establecer relaciones pacíficas y respetuosas entre las naciones y los territorios del planeta.
En este sentido, una vez más, vale la pena destacar la capacidad de la literatura para agitar conciencias, tender puentes y promover los principios fundamentales con los que sustentar las sociedades y la convivencia de sus habitantes.
TODO ES CUESTIÓN DE CONCIENCIA ❤️